Novela de H. G. Wells, escrita entre 1895 y 1897. Fue originalmente creada en formato de escrito en serie y publicada por las revistas “Pearson’s Magazine” en el Reino Unido y “Cosmopolitan” en Estados Unidos. Publicada como novela integra en 1898, relatando una de las más tempranas historias que detallan un conflicto bélico entre la humanidad y una raza extraterrestre. Está escrita en primera persona con un protagonista, sin nombre. Además, se agregan las vicisitudes de su hermano menor en su escape de las Islas Británicas. A finales del siglo XIX se producía, con esta novela, el nacimiento del género de ciencia ficción con el cual soñamos e imaginamos supuestamente una invasión extraterrestre a nuestro planeta. Este libro nos entrega los escenarios posibles, la procedencia de los invasores y además como sería su llegada y sus verdaderas intenciones con sus "hermanos" terrestres.
SINOPSIS:
Marte, ver a este planeta como una estrella en el cenit del cielo sin pensar que vemos una especie de civilización mucho más evolucionada que nosotros. Que nos miran como si los humanos miráramos a microrganismos en un microscopio en un laboratorio. Su planeta, mucho más antiguo que el nuestro, ya presenta problemas para su habitabilidad. Nosotros, vivíamos esa calma sin pensar que estos seres viajaban muchos kilómetros por segundos envueltos en un plasma ardiente hacia nuestro planeta. Necesitan un nuevo lugar para vivir, y el nuestro es ideal para aquello: lleno de vida, temperatura cálida y agua.
Vieron los científicos y el protagonista estallar sobre el planeta rojo explosiones que lanzaban plasmas ardientes como proyectiles al vasto universo. Venían a nuestro planeta, que vivía lleno de inocencia y despreocupación. El primer plasma ardiente cayó en los campos cercanos a la localidad de Woking en unos arenales. Se acercaron al cráter y vieron que era un objeto cilíndrico que ardía por el roce que tuvo con la atmosfera. Pasaron las horas y la parte superior del cilindro comenzó a rotar, como si estos seres estuvieran tratando de salir. Cada vez más se acercaban curiosos y científicos, informados ya por los tabloides de la zona que informaban la caída de este objeto desde Marte.
Mucha gente se acercaba del pueblo de Woking y se aglomeraban. Eran quizás unas doscientas personas alrededor del cilindro. La tapa superior del objeto se desenrosca y causa el pánico en la multitud. El cilindro al ser iluminado, relució un ser con dos oscuros ojos que miraban con tremenda fijeza. Era redondo y podría decirse que tenía cara. Había una boca bajo los ojos. La abertura temblaba, abriéndose y cerrándose convulsivamente mientras babeaba. El cuerpo palpitaba de manera violenta. Un delgado apéndice tentacular se aferró del borde del cilindro, otro se agitó en el aire. La gente se acercó a este ser, pero fueron pulverizados por una luz blanca, un rayo calórico que atacó a todo lo que le rodeaba. Era la muerte en presencia de nuestro protagonista.
Él, optó por correr y sin mirar atrás, con llanto en sus ojos. Al llegar a su hogar, pensaba que era imposible que aquellas criaturas salieran del pozo. Su peso, por la fuerza de gravedad de la Tierra, eran tres veces más pesados y según nuestro protagonista haría muy difícil el movimiento de aquellos seres. En casa, no pensaba que era la última cena civilizada que tendría en muchos días. Según pasaban las horas, se desplegaban las primeras unidades militares por la zona. Aun seguían los marcianos en el pozo. Además, caía el segundo cilindro a la Tierra. Huye el protagonista de Leatherhead, arrendando un coche, con su esposa y sus pocas pertenencias más valiosas. Dejando a su esposa al cuidado de sus primos. Se comprometió a devolver el carruaje arrendado y vuelve a la zona de guerra, pensando que era imposible que estos seres salieran del agujero.
Al llegar a Maybury Hill vio algo monstruoso. Era un trípode enorme, más alto que muchas casas, que pasaba sobre los pinos y los aplastaba en su carrera. Una maquina andante de metal reluciente que avanzaba ahora sobre los brezos; de la misma colgaban cuerdas de acero articuladas y el ruido tumultuoso de su andar se mezclaba con el ruido de los truenos. Decide avanzar a su casa, sin pensar que debió retroceder y volver al hogar de sus primos junto a su esposa. Encontró solo la muerte por los gigantescos trípodes. Dio alojamiento a un soldado quien le contó del combate desigual contra aquellas criaturas. Esos monstruosos trípodes quemaron todo a su alrededor con su rayo calórico y avanzaron en grupo hacia el norte, para seguir atacando. Deciden salir al amanecer, encontrándose con más tropas quienes no creían lo ocurrido y que gigantes con armaduras de treinta metros, de tres patas, con una gran cabeza cubierta por una especie de capuchón y que llevan una caja que disparan fuego y matan a todo el mundo.
Nuestro protagonista escapa de la muerte. Incluso observando como uno de estos trípodes es atacado matando a un marciano. Mientras él observaba el apocalipsis, su hermano menor relataba la noticia de la invasión en Londres. Poco a poco llegaban las noticias de estos trípodes de acero de más de treinta metros que avanzaban y destruían todo a su paso. Su hermano nunca pensó que Londres dormiría ingenuo y alejado de esto un domingo; y despertaría en la madrugada del lunes con vientos de guerra. Soldados y cañones, gente huyendo al norte y los periodistas informando de la invasión marciana a Londres.
En las batallas en las proximidades a Londres, nuestro protagonista observa una nueva arma utilizada por los marcianos: cada ser en su trípode llevaba un largo tubo y al hacerlo disparar lanzaba el volumen de un vapor pesado que levantaba una especie de nube. Una loma gaseosa que se hundía y se extendía lentamente sobre la región circundante. Al contacto con aquel vapor significaba la muerte para todo ser viviente que respira. Este vapor era pesado, mucho más que el humo más denso. De modo que después de haberse elevado al romperse por el aire, corría por el suelo más bien un líquido abandonando las colinas y extendiéndose por los valles, zanjas y corrientes de agua, tal como lo hace el gas de ácido carbónico que emerge de las fisuras volcánicas. Ese humo negro destruyó todas las defensas de artillería que tenían los marcianos en contra.
Avanzaban rumbo a Londres los trípodes marcianos bajo el silencio estremecedor, sin la resistencia del ser humano. Éramos tal como abejas cuando nosotros atacamos su panal. Al avanzar el vapor negro corría por las calles, y el ya casi desintegrado organismo de gobierno hacia un último esfuerzo a fin de preparar a la población de Londres para la huida: bajo el relato entregado por el hermano de protagonista. Se cuenta la huida de la población londinense hacia el norte de la ciudad. Trenes colapsados, calles y carreteras atiborradas de gente. Valia la ley del más fuerte e inteligente humano para huir de los marcianos. Su hermano por lo mismo, nos habla de sus peripecias a hacer en su huida al norte del país y dejar las islas británicas por barco. Era su plan.
Posteriormente, se relata la experiencia del protagonista, que vivió in situ la llegada de otro cilindro desde Marte. Observó todo lo hecho por ellos, sacando y detallando descripciones de su anatomía e ingeniería extraterrestre. Compartía su escondite con un sacerdote, pero en variadas oportunidades este hombre puso en riesgo la ubicación de estos sobrevivientes. Tuvo que morir para no delatar la posición del protagonista a los marcianos.
IMPRESIONES/CONCLUSIÓN:
H. G. Wells logra transportar al lector a esta guerra, porque con el pasar de las décadas esta guerra se nos ha hecho familiar. Las guerras mundiales no se alejan en nada con lo visto en este libro. Las grandes evacuaciones de civiles, las penurias de la resistencia en las ciudades y las invasiones a territorios enemigos. En este caso el Reino Unido está bajo ataque y aniquilación total. Con una fuerza invasora más avanzada en lo tecnológico. Además del relato principal, vemos un apéndice de lo vivido por el hermano del narrador, donde vemos su fuga de las Islas Británicas por medio de un barco, como única posibilidad.
Es una narración certera, donde es detallado paso a paso cada acción. Donde vemos los esfuerzos de la población y los militares por resistir. Nos lleva a un conflicto armado, el cual no ha existido en nuestro pasado ni presente, pero con un futuro incierto. Ahí cabe las interrogantes ¿Cómo será? ¿Cuándo? Por años hemos trabajado para ser escuchados en el inmenso espacio sideral, pero aún no hay respuesta. Lo peor es que ese llamado de amistad no sabemos si será respondido de la misma forma. Con esta obra de Wells cae la suspicacia que estamos en peligro, que somos vulnerables y que esto puede pasar en cualquier momento de nuestro incierto futuro como raza humana.
Con un final poco esperado, donde las armas usadas por la naturaleza son más efectivas que las humanas. Nos sorprende, nos lleva a reflexionar sobre nuestros conflictos armados, nuestro futuro como raza imperante en el planeta Tierra. Somos frágiles como civilización, en un par de semanas todo puede venirse abajo y ser el fin de lo conocido por nosotros. Obra imprescindible de la literatura de ficción, muy cercano a Julio Verne. No sé decir si visionario, pero es una idea que como podría ocurrir ser ese posible fin. Imprescindible.
FICHA TÉCNICA:
Autor: H. G. Wells
Obra: La Guerra de los Mundos
Originalmente publicado: 1898
Formato: e-book
ISBN: -
Páginas: 174 páginas
Calificación: Imprescindible