domingo, 12 de junio de 2022

Libro: Eduardo Galeano - Las venas abiertas de América Latina


¿Es América Latina una región del mundo condenada a la humillación y a la pobreza? ¿Condenada por quién? ¿Culpa de dios, culpa de la naturaleza? ¿El clima agobiante, las razas inferiores? ¿La religión, las costumbres? ¿No será la desgracia un producto de la historia, hecha por los hombres y que por los hombres puede, por lo tanto, ser deshecha?
El subdesarrollo no es una etapa del desarrollo. Es su consecuencia.

Recuerdo que en mi adolescencia debí haber leído éste libro para la asignatura de Historia. Sin lugar a dudas nuestro profesor quería que supiéramos la historia de América Latina desde el punto de vista de los derrotados, no siguiendo los textos de estudio de la época que hasta hoy en día mantienen la verdad escrita por los ganadores.

La discriminación vivida por los indígenas de América desde que los españoles llegaron al continente. Han pasado aún más de quinientos años y aún en algunos lugares de este vasto lugar se les trata como animales. Siendo que un gran porcentaje de los habitantes de nuestra América tiene ascendencia indígena.

Los españoles enviaron a los indígenas a trabajar a las minas de oro y plata, pero dejando abandonado su economía vital que era de ellos, la agricultura. Grandes desplazamientos de población y muertes por culpa del trabajo forzoso en la minería antigua colonial. La propia riqueza que tenían bajo sus pies, fue la sentencia de muerte para los indios. Fueron desterrados, abandonados y abusados por los terratenientes hasta sólo unas décadas atrás. Los españoles no aprovecharon los conocimientos técnicos de algunos indios, como ingenieros, astrónomos y artesanos y todos juntos fueron enviados a las terribles minas de oro y plata en las altas montañas de los Andes.

La fiebre del oro en Brasil, además del diamante. Los portugueses en nada aprovechan las riquezas y entregaban todo a los ingleses que influyen aún más que ellos en las vidas de los indígenas. Aparte del oro y la plata, el tercer producto de máxima producción en la época colonial latifundista fue el azúcar. La caña de azúcar fue un gran producto de exportación por españoles y portugueses. Pero a la larga trajeron pobreza a las tierras que fueron abusadas por sus plantaciones de monocultivos. Hoy en día zonas de Brasil viven bajo la línea de pobreza y en algunos casos igual o peor que las realidades de África.

La historia del azúcar en las islas del Caribe y que tuvo una respuesta similar a Brasil. De multicultivos e incluso carne, se cambió todo al mercado de las cañas de azúcar. Al principio la bonanza, después la máxima pobreza. En islas que hoy en día no se han levantado aún del abuso extranjero, como por ejemplo Haití. El caso diferente de Cuba, que vivió del azúcar y aún lo hace para exportar. De un sistema capitalista, impuesto por EE.UU, pasó a un sistema socialista por los revolucionarios. Una isla que volvió al multicultivo y a tecnificar su agricultura. Para la producción nacional e internacional.

Manufacturas, esclavos, azúcar. Los ingleses vendían armas, ron y baratijas a los reyes africanos y estos les daban esclavos. Estos esclavos eran enviados a las islas del Caribe y Brasil para la producción del azúcar, que vendían en Europa y Estados Unidos. La influencia de África en las sociedades americanas, que duran hasta hoy en tradiciones y religiones ancestrales traídas de aquellas tierras.

El auge y la caída del caucho en Brasil, trajo más penurias a sus trabajadores. En este caso las condiciones laborales, de casi esclavitud, y las enfermedades. La producción que alimentaba la fabricación de automóviles en EE.UU y Europa, pero cayó su producción por la competencia del Oriente. Los Ingleses lograron, por medio de contrabando, llevar semillas del árbol productor de goma que nace el caucho y los sembraron y masificaron en islas del oriente.

Las subidas y bajadas del precio del cacao, el café y los plátanos provocó más pobreza y desigualdad para sus nativos. Mientras los intermediarios, o sea los norteamericanos, se enriquecen y los productos vivían del vaivén de sus precios a nivel internacional. El apéndice de Estados Unidos que se convirtió América Central con sus plantaciones de monocultivos que empobreció la tierra y sus cultivadores. Pesaba más el embajador de Estados Unidos que los mismos presidentes de los países centroamericanos. Que tiene en la pobreza, desigualdad e inestabilidad política en estos días esa zona de América Latina.

La historia de México y Emiliano Zapata. Los múltiples intentos de devolver las tierras a los campesinos y darles una vida digna, pero a la larga las grandes corporaciones norteamericanas ganaron la pelea y sumergieron al hambre y desigualdad a los más necesitados de la nación del norte.

Avanzando en el tiempo, Estados Unidos se convirtió en el gran usurpador de recursos minerales de forma descarada desde la Amazonía e islas del Caribe. Todo para alimentarlos de recursos en tiempos de paz y en la guerra. Además de ayudar para ganar la carrera espacial y el pecaminoso camino para obtener la bomba atómica.

La guerra del salitre entre Chile, Bolivia y Perú y como al final benefició a los mercaderes ingleses. usurparon los recursos del salitre en el norte de Chile hasta la fabricación de este elemento de manera artificial así llevando casi a la ruina a Chile. Salvó el cobre en la región de Antofagasta, antes boliviana, pero beneficiando en mayor parte a los intereses norteamericanos. Pese a los esfuerzos del gobierno de Salvador Allende de nacionalizar la minería del cobre en Chile.

Brasil y sus yacimientos de hierro que fueron usurpados por Estados Unidos. Quienes votaban y elegían nuevos presidentes y dictaduras en este país a su conveniencia. Así sacaban las materias primas a un precio irrisorio y dejando a los cariocas sin sus yacimientos propios.

Venezuela y sus yacimientos de petróleo, que regaló a Estados Unidos y su cartel de compañías petroleras. El auge, vida y muerte del lago de Maracaibo. Donde en la década de los ‘70 reinaba el abandono, la pobreza y el recuerdo de un tiempo en que el dinero no tenia valor y el oro negro cubría todos los rincones de estos yacimientos.

En la segunda parte de este libro, vemos como el libre comercio en la época del auge de repúblicas independientes en América Latina y cómo el comercio inglés entró para desarticular y hacer desaparecer la producción local en cada uno de los países donde este comercio libre hizo de las suyas. Aunque hubo intentos en algunos países de América de proteger la producción local, los productos ingleses se infiltraron en la vida diaria de los habitantes del siglo XIX en América.

El nacimiento de la república del Paraguay, que se vió ausente de la invasión económica inglesa. Era un país autosustentable por sus materias primas y productos elaborados que alimentan sanamente su economía. Hasta que los ingleses metieron sus narices y empujaron a Argentina, Uruguay y Brasil a una guerra de años que llevó a la ruina a Paraguay. Nunca más este país lucero en América Latina se levantó económicamente y depende de los bancos ingleses y la invasión económica de Brasil y Argentina.

Como Brasil, Argentina y otros países de América Latina abrieron sus brazos al capital de Estados Unidos y ellos se apoderaron a precio de huevo sectores industriales y empresariales que eran dueños los estados de aquello países, se desnacionalizaron a los capitales extranjeros principalmente Estados Unidos que tomaron el control de sectores sensibles de aquellos países.

Habla de cómo el libre comercio en los países de América Latina ha causado la muerte de la industria nacional, y ha permitido que multinacionales extranjeras tomen el poder y gobiernan los precios de sus productos y servicios en aquellos países. Todo bajo la mirada del Fondo Monetario Internacional que hace vista gorda en los países latinoamericanos, pero no permite lo mismo en los Estados Unidos. Como los bancos estadounidenses ahogan a los países de Latinoamérica con sus créditos. Estos bancos y empresas norteamericanas sacan más dólares que dinero en el cual invierto en América Latina.

Cada vez vale menos lo que América Latina vende y, comparativamente, cada vez más caro lo que compra. Un ejemplo, Brasil es uno de los principales productores de café en el mundo, pero no tiene el derecho de vender su propio café soluble al mercado internacional para así aprovechar sus costos más bajos de la materia prima. Brasil solo tiene el derecho de proporcionar la materia prima para enriquecer a las fábricas del extranjero.

Aún así, Brasil se ha transformado en el administrador de los negocios de Estados Unidos en América Latina. Tiene empresas extranjeras satélites que se aprovechan de las nulas leyes protectoras de los países del tercer mundo y ganan utilidades grandiosas. Aunque muestran estos países avances industriales, no se comparan con lo ganado por trabajadores, en lo monetario, y ni la tecnología tecnológica e industrial de los países del primer mundo.

Chile no es la excepción. Hoy en día vemos que se saca el velo lentamente de los conflictos de intereses de la política chilena. Por años, en dictadura y en democracia, hemos permitido la llegada de multinacionales que dejan poco en nuestro país. Venta de empresas estatales sensibles para Chile a precio de huevo y hoy en día vemos las consecuencias, ya que financian de manera irregular nuestros representantes en el poder ejecutivo y parlamentario desde izquierda a derecha.

Tal como lo dice Eduardo Galeano, es un problema desde nuestro periodo Colonial. Dependemos del extranjero. Miramos más allá, miramos a Estados Unidos y a Europa como ejemplos de desarrollo. Como ejemplo a seguir. Sin darnos cuenta que ellos son los que han causado, con culpa nuestra por la no unión como una América Latina, de todos nuestros problemas. Vivir hoy en día una sociedad impuesta, un modelo de vida impuesto. No vemos lo que poseemos desde hace siglos, con lo que nacimos como sociedad, desde sus inicios. Cuando sepamos de donde hemos venido y el origen de nuestros problemas, recién podremos comenzar a construir una sociedad propia, que respeta su pasado, no permitiendo que los mismo de siempre se lleven los que nos hemos ganado desde el comienzo. Basta ya de una sociedad adormecida, donde esperamos que otros hagan la revolución social, que tanto necesitamos. Imprescindible.

Título: Las venas abiertas de América Latina
Autor: Eduardo Galeano
Originalmente publicado: 1970
Idioma: Español
Formato: e-book
ISBN: -
Páginas: 302 páginas
Calificación: Imprescindible