La fría mañana del 29 de junio de 2010 desaparece Verónica Montes (Aline Küppenheim), desde su casa del exclusivo condominio de Altos del Lago. Vemos a esta mujer con una relación tirante con la hija mayor, Karen Medina (Julia Lübbert), y distante con su marido Mario Medina (Daniel Alcaíno). Esa mañana es normal, se despiden y Mario sale con sus hijas rumbo al colegio. Verónica se alista para salir, y cuando deja el auto encendido con las llaves se devuelve a su casa por un pañuelo para su cuello. Al salir es detenida por alguien y desde ahí se pierde su pista. Su hija al llegar ve todo desordenado en la habitación matrimonial y su marido Mario recibe una enigmática llamada telefónica diciendo que su mujer fue secuestrada.
En la otra arista vemos a un abogado, Víctor Pizarro (Pablo Macaya), quien venido a menos por los vaivenes de su carrera nada honesta y que se siente cercano a la historia de Verónica Montes, decide investigar como un ciudadano más que sucedió con la desaparecida. Consigue contactos y pistas que lo llevan de cierta forma a dilucidar el trasfondo de la historia y los comportamientos extraños de ciertos personajes de la trama.
Víctor Pizarro decide reunirse con parte de la familia, hermanos de Verónica, y principalmente con su hermana Cecilia Montes (Claudia Di Girolamo), para hacer otra línea de investigación por medio de una querella que permita saber lo que tiene la carpeta investigativa. Es un renacer como abogado para Pizarro, después de andar defendiendo a mecheros, pasa a las grandes ligas con este caso. Se descubre que al parecer Verónica tuvo un amante, una relación ya terminada. Posiblemente causó resquemor en su marido y esa información llegó a su hija mayor. Es por eso que en los primeros capítulos vemos una relación difícil entre ellas dos.
Mario Medina dice que quiere proteger a sus hijas, pero causa dudas a los hermanos de Verónica. Al igual que la policía avanza muy poco en la investigación. Simplemente Verónica se borró del mapa. Pero Mario quiere desviar la atención de la policía en la familia de Verónica y culpar a ellos de su secuestro. Sabemos que en parte de la declaración de Mario, él mintió, y eso lo apunta a él en esto y además en los registros de las llamadas telefónicas. Se siente acorralado. Pide a la policía no estar en su casa en vigilancia y envía a sus hijas a Santiago.
Pasan los días y las investigaciones no llegan a nada, a un camino sin salida. Mario Medina participa en algunas búsquedas de pista de su mujer, pero el día cuarenta y dos de la desaparición de Verónica Montes se encuentra su cuerpo en un sector de la casa de difícil acceso. Es el mismo Mario Medina que misteriosamente llama a la policía y se encuentra el cadáver de Verónica en ese lugar.
Pasan cinco años y Víctor Pizarro sigue dando tumbos en su carrera de abogado y vida personal. No se saca de la cabeza que estuvo a nada de pillar al culpable del asesinato de Verónica Montes.
Otra cosa es el asesino material. Cambia su versión en repetidas ocasiones. Dando entender que es manipulado e incluso beneficiado económicamente para callar información que lo relacione a Mario Medina. ¿Justicia para todos? No creo. Incluso para las personas de buena situación económica. Con dinero todo se mueve y encubre, incluso pistas, pruebas y testimonios. Una realidad y crítica a los que nos deberían defender y cuidar. ¿Historia y personajes que se acercan a la realidad? Sin lugar a dudas. Imprescindible.
Tráiler:
Episodios: 6 episodios
Año: 2022
Formato: Streaming (Netflix)
Calificación: Imprescindible