sábado, 11 de marzo de 2023

Libro: Svetlana Alexievich - La guerra no tiene rostro de mujer


“No escribo sobre la guerra, sino sobre el ser humano en la guerra. No escribo la historia de la guerra, sino la historia de los sentimientos. Soy historiadora del alma.”

Texto que en un inicio fue rechazado por las editoriales en la antigua Unión Soviética, pero tuvo un renacer editorial luego de la caída de la cortina de hierro. Muchas mujeres que se negaron a dar su testimonio ahora no tenían miedo a las represalias. La autora sumó aún más entrevistas para este libro. Relatos que hablan de la Segunda Guerra Mundial con la mirada de las mujeres. Algo más orgánico, real, visceral y fuera de las mentiras y romanticismo que le dan los hombres a la guerra. “La Gran Guerra” para los soviéticos.

Lo que desea la autora y nos muestra en este libro no son las estadísticas militares, el avance de las fuerzas, las bajas, los prisioneros, nada de eso encontrado en cinetux de libros de historia. Lo que Svetlalna Alexievich hace es hablar sobre el “alma” de las jóvenes mujeres que se enlistan en el ejército sovietico.

Habla sobre las francotiradoras jóvenes en aquellos años que mataron cientos de alemanes que estaban en las trincheras. El estupor al matar al primer ser humano, el frío, el miedo y la sorpresa de matar un ser vivo. Algo que con el tiempo van perdiendo esa emoción y son alemán tras alemán en sus estadísticas como tiradora profesional soviética.

Las ganas de estas chicas por alistarse, sin saber a ciencia cierta como era de terrible el frente en Moscú para evitar que los alemanes entraran en la capital soviética. Además de las historias de las mujeres en la Batalla de Stalingrado. La autora saca esa información que hace esta horrible guerra en algo humano: los olores. Las sensaciones que provocan el frente sovietico para estas chicas. Los sacrificios, el temor de sus padres y hermanos. Como era un honor enviar al frente a alguien de su familia y en este caso, mujeres. Algo no esperado en un ejército lleno de hombres.

Fue la primera obra de Svetlana Alexievich que relata el aporte y el rol de la mujer soviética en la Segunda Guerra Mundial. Como muchas de aquellas mujeres tuvieron que dejar de lado el rol femenino y transformarse en seres asexuados, dejar lo esencial de una mujer. Ser rudas y hacerse respetar y ganar un puesto en esta guerra de hombres.

La sociedad y las autoridades se olvidaron de las mujeres que estuvieron en “La Gran Guerra”, como ellos la denominan. Luego de este conflicto bélico, muchas de ellas quedaron solas, desamparadas, sin ayuda social y del estado sovietico. Con la aparición de este libro y de otras notas en prensa se le dio realce al rol de la mujer en esta guerra. Que sin ellas, no se podría haber ganado, de todas las vidas salvadas por aquellas valientes mujeres que se meten al campo de batalla a salvar vidas, incluso casi fuera de sus capacidades físicas y mentales.

Una labor extremadamente difícil y complicada. Dadas las pobres condiciones y de que la guerra no estaba adaptada para ellas, ellas debieron en todas las instancias adaptarse. La vestimenta, las armas, todo el arsenal que debían manejar que muchas veces eran más pesados que ellas mismas. Aún así lucharon codo a codo con los hombres para lograr la victoria contra los nazis. Hablan como las mujeres, más que los hombres, extrañaban la casa, las comodidades del hogar. Extrañaban a sus padres y madres. Extrañaban las labores femeninas como bordar y coser y como cuando el momento lo necesitaba volvían a aquellas labores.

Mujeres que observan y se reencuentran. Muchas veces se han convertido en dos personas: esta y aquella, la joven y la vieja. La persona de la guerra y la persona después de la guerra. en una guerra que olvidaron todo, la vida anterior, olvidaron el amor. En una guerra en que el alma del ser humano envejece, muchas de ellas pintaron canas, siendo aún unas veinteañeras. Observó la transformación de sus rostros en las fotografías facilitadas, de los suaves rasgos infantiles a la segura mirada de mujeres, se nota cierta rigidez, austeridad. Le cuesta creer que esos cambios tuvieron lugar en meses, en años escasos. El tiempo suele hacer su trabajo más lento, más discreto. El semblante de una persona tarda en moldearse. El trabajo de perfilar el alma sobre el rostro toma su tiempo. Sin embargo la guerra creó sus imágenes con mucha rapidez. Se dio mucha prisa en completar sus retratos.

La guerra y los oficios mundanos pero esenciales en este conflicto bélico que ejercieron miles de mujeres del frente sovietico. Trabajo realizado con valentía y sin descanso. Esta guerra vista con los ojos de mujeres de distintos estratos sociales de la vieja Unión Soviética y que al fin el fin era uno mismo, lograr la ansiada victoria contra los nazis.

Como la guerra y el amor sobreviven en este vasto frente de guerra. Historia de mujeres que buscaron a sus maridos en plena guerra y que estuvieron con ellos hasta el final Historia de mujeres que se enamoraron del equivocado y dice incluso que los tiempos de guerra fueron los más hermosos juntos a su ser amado.

Lo que más me caló hondo fue su rol postguerra. Cómo muchas de ellas quedaron solas, sin marido, que murió en la guerra. quedaron solas con sus hijos y debieron ayudar en la reconstrucción de la Unión Soviética. trabajar el campo con sus hijos, incluso sin herramientas de trabajo para cumplir lo exigido por el estamento estatal. No tenían nada, ni vacas ni caballos. Además del pago de Stalin a los prisioneros rusos, quienes postguerra fueron enviados a campos de concentración por ser considerados traidores a la patria. Mujeres que a raíz de esto quedaron sin maridos, sin sus hombres.

Un texto desgarrador. Un libro que habla que sin el rol de la mujer, los soviéticos no hubieran alcanzado la victoria. Mujeres muy valientes, que entre tanta violencia y rudeza cumplieron su rol con responsabilidad y amor a la patria. Como trabajadoras sanitarias, salvaron a miles de soldados de la muerte, y como a los moribundos los trataron con amor y delicadeza. Cómo entre tanta muerte, no querían perder su rol femenino: vestir bien, oler bien, lucir bien y querer hacer labores a las que estaban acostumbradas en su vida antes de la guerra, como coser y bordar. Un libro habla sobre la guerra, sin romanticismo y muy real, muy crudo, con los ojos de como ellas lo vieron. Merecedor de ser leído dos veces, como es en mi caso. Imprescindible.

Título: La guerra no tiene rostro de mujer
Autor: Svetlana Alexievich
Originalmente publicado: 1983
Idioma: Español
Formato: e-book
ISBN: -
Páginas: 368 páginas
Calificación: Imprescindible