Mi primer acercamiento a Isaac Asimov. Sus relatos sobre androides, robots y seres de energía. Habla además de la evolución del ser humano en el futuro, en lo que se convertirá en cientos o miles de años más. Sus relatos llenos de originalidad, tecnicismos y literatura científica, nos habla de un futuro que poco a poco nos llega a nuestra realidad. Los robots han llegado a nuestras vidas y poco a poco nos reemplazan en labores en las cuales antes eran propias del ser humano.
En 1976, con motivo de la celebración de los doscientos años de la independencia de Estados Unidos, se encargó a varios autores que escribieran algún relato corto con el tema The Bicentennial Man (El hombre bicentenario), el cual podía desarrollarse libremente. Ocurre que en inglés esta expresión puede interpretarse como El hombre del Bicentenario (la vida de la gente en EE.UU doscientos años después de la Declaración de Independencia) o como El hombre bicentenario (un hombre que llega a vivir doscientos años). Así, Asimov jugó con esta definición y nos relató una breve historia sobre un robot que siente curiosidad por el mundo que lo rodea. Las artes y manualidades. Además compasión por los seres cercanos. Poco a poco va adquiriendo una personificación humana, personalidad, ya que viste ropas y adquiere elementos que lo van haciendo humano cada vez. Habla sobre la inmortalidad, el amor incondicional y la perseverancia. La que tuvo Andrew, el robot, para llegar a ser reconocido como ser humano al cumplir doscientos años.
Asimov nos plantea la pregunta ¿Qué nos hace humanos? ¿Es nuestra biología y anatomía? ¿O simplemente nuestras emociones, afectos, sueños y metas a lograr? Esto nos deja este gran relato de Asimov, pero este libro no es sólo eso.
Además, Asimov nos habla más sobre androides, robótica y futurologia. Nos relata un futuro igual en el cual por X motivo los robots no son permitidos en el planeta Tierra y sólo son utilizados en el espacio en colonias mineras y de extracción de otros recursos naturales. Se forman historias singulares sobre robots que por problemas en su cerebro positrónico adquieren por ejemplo racionalidad y entablan discusiones irrisorias con los seres humanos que supuestamente los controlan. Creen en deidades y razonan sobre su origen y rechazan que fueron creados por los seres humanos y buscan e investigan sobre sus inicios.
Asimov siempre sintió curiosidad sobre la creación de un super cerebro que guarde la información total de la humanidad y que pueda ser consultada cuando sea necesario. ¿Internet? Uno de sus relatos habla sobre su crecimiento y en cómo los seres humanos logran una evolución y logran fusionarse con esa cantidad gigante de información y se transforman en seres de energía y datos. Lo que podríamos considerar como “dios”.
Los orígenes del hombre incluso son tratados por el mismo Asimov en su teoría sobre la creación de un ser superior que pudo alguna vez tener características humanas. Una especie de evolución del hombre, desde algo orgánico a algo energético. Interesante. Es algo que me encanto de sus relatos finales y que me llaman a leer más sobre su obra que es extensa y única.
Un libro que con su relato muy archiconocido inicial como “El hombre bicentenario”, pero después nos entrega joyas sobre robótica y futurología. Es un buen inicio para conocer en profundidad la obra de Asimov, llena de robots, androides, viajes estelares y ciencias. Obra muy recomendable.