viernes, 13 de enero de 2023

Cine: 12 Angry Men

En un enorme edificio de juzgados, en una inmensa ciudad hay un juicio público en que un hombre es acusado de asesinar a su padre. Cuando el juez indica al jurado que debe dirimir vemos al acusado vulnerable y abandonado. Los doce hombres del jurado entran a una sala para decidir la suerte de este joven acusado. Presentada en tiempo real, donde vemos distintos climas dentro de este pequeño espacio. Esta película se indica que podría ser sacada del teatro o de la televisión.

Cada uno de los doce jurados identificados con un número. El número uno, el presidente que es ayudante del entrenador del equipo de fútbol americano de una escuela superior. El número dos, un trabajador de un banco con poca estatura, tímido y de poca presencia. El número tres, un hombre que cree tener la razón de todo lo que piensa pero quien se hace valer por encima del resto con el uso de la fuerza. Es irascible y en el fondo solo es una víctima de sus propios actos. El número cuatro, es un corredor de bolsa meticuloso y calculador en todos sus movimientos. El número cinco, un trabajador promedio que ha sabido rehacer su vida al lograr salir de un barrio conflictivo. El número seis, un pintor de casas con un profundo respeto por la gente mayor. El número siete, un vendedor bromista al que solo le importa terminar rápido el proceso por tener entradas para un partido de béisbol. El número ocho, un arquitecto que desde el principio es el único personaje que se preocupa por estudiar el caso. Intentar deducir si la acusación es tan clara y evidente como se cree. El número nueve, un jubilado con muchos años de experiencia en la vida, pero su estado de salud y su vejez no le permiten imponerse durante el proceso. El número diez, un viejo arrogante y charlatán con claras inclinaciones y prejuicios contra el acusado por su procedencia y estatus social. El número once, un relojero de origen europeo que comienza la historia de forma tímida al igual que el jurado número dos. El número doce, un publicista con carisma, quien sabe muy bien cómo tratar a la gente para caer simpático, pero que en el fondo no es más que una fachada.

Estos doce hombres representan la diversidad social de norteamérica de aquella época. Henry Fonda, denominado como “el número ocho”, y el único con identidad al final de la película, causa polémica ya que los once restantes que entraron de forma relajada, triunfante por decidir la suerte del acusado y votaron el caso con liviandad y así dedicarse a sus vidas particulares. No crean una duda razonable bajo el veredicto de inocencia, sino bajo el de culpabilidad. Para enviar al acusado a la muerte debe haber una votación de culpabilidad de la totalidad de los doce jurados. Así su voto de “inocencia” para el acusado contra los otros once hombres, causa fastidio. El jurado número ocho reconstruye la escena del crimen que es la pelea entre un padre y un hijo, matando este último a su padre. Este jurado muestra empatía y derriba los prejuicios y canaliza así todos los males sociales.

Vemos entre los que votan por la culpabilidad del acusado representan la sin razón; contra este hombre que vota por su inocencia representa la razón. Todos esperan una respuesta mayoritaria de forma rápida ya que siente algunos claustrofobia y el encierro afecta sus estados de ánimo. Justo se realiza en el día más caluroso del año y están encerrados bajo llave y vigilancia.

Están todas las pruebas en contra del joven, pero el hombre que dice que es inocente es obstinado y remarca la inocencia del detenido. Los ánimos estaban excitados, ya que gritaban y discutían y no llegaban a acuerdos. Es un callejón sin salida. Las evidencias comienzan a aclarar la escena.

Cambios de opinión por discutir y clarificar las evidencias. Diferencias sociales, educativas, económicas, diversidad de generaciones y personalidades distintas. Se forman vínculos. Todo en una sala de la corte. Los prejuicios obstruyen la verdad. Los que votaron por la culpabilidad se encuentran arrinconados y la presión va en aumento.

La duda razonable comienza a germinar. Este juicio express pensado en un inicio y que no cree en la inocencia del hombre acusado; comienza a demostrar por las pruebas y derribando prejuicios y juicios sin razón contra este hombre puesta en la palestra.

Vemos cómo este grupo de hombres que se toman con liviandad decidir por la vida de un ser humano, sin un juicio responsable y con las pruebas físicas del crimen revisadas. Una crítica a la sociedad norteamericana que muestra liviandad, egoísmo, prejuicio y una respuesta a la pregunta de inocencia de este hombre de forma fría, sin razón ni empatía contra el acusado para decidir de enviar a la ejecución.

Una discusión colectiva. Motivos de pruebas que podían ser incriminatorios comienzan a reflejar irregularidades e imprecisiones que van acrecentando las dudas de los miembros. Gente que da por supuestas cosas que con un poco de criterio y observación no se ven de un tono claro a medida que avanza la trama. Varios personajes que en un principio votaron culpable de forma impulsiva al ver las pruebas de forma superficial comienzan a pensar por sí mismos dejando de lado el pensamiento mayoritario y grupal. Poniendo en tela de juicio los hechos descubriendo poco a poco que la situación no es tan evidente y que hay ciertas inconsistencias en la historia. Simplemente imprescindible.

Tráiler:

Título: 12 Angry Men
Año: 1957
Director: Sidney Lumet
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Subtítulos: Inglés
Formato: DVD
Calificación: Imprescindible