domingo, 31 de marzo de 2024

Libro: George Orwell - 1984


LA GUERRA ES LA PAZ. LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD. LA IGNORANCIA ES LA FUERZA. 

George Orwell es un escritor de alto impacto, crítico de su época y creo que de la actual. Precursor del concepto de “distopía”, un opuesto de la “utopía”, que nos habla de una sociedad deshumanizada, que oprime al individuo, que no lo deja expresarse. “1984”, que originalmente se llamaría “El último hombre de Europa”, es una crítica moderna ya que Orwell vivió la Europa de la postguerra con crisis económica y pobreza en mayor parte de los países que vivieron la Segunda Guerra Mundial. Vio siendo periodista de la BBC la reconstrucción de Inglaterra y Europa. Adherido al comunismo, pero prontamente desistió de esta idea por lo que vio y vivió. Fue un crítico a los gobiernos totalitarios y “1984” y “La Rebelión en la Granja” es un ejemplo claro de esta crítica en especial a la Unión Soviética y a los países del bloque comunista. Lo escrito en esta obra, su última en vida, es profético a lo que sucedió con el pasar de los años en gran parte del mundo.

“1984” está basado en parte de la vida de Winston Smith, quien trabaja en el Departamento de Archivos del “Partido”, quienes gobiernan el bloque geográfico denominado Oceanía y en el cual Winston Smith es miembro y trabaja día a día, minuto a minuto en actualizar y modificar el pasado en bien de quienes rigen totalitariamente esta zona del mundo. Aparte de Oceanía, que abarca las dos Américas, las islas del Atlántico entre ellas las Islas Británicas, Australasia y parte meridional de África, están de Eurasia, que comprende la parte septentrional de las tierras europeas y asiáticas desde Portugal hasta el Estrecho de Bering y están Esteasia, más pequeña que los otros y con una frontera occidental peor definida, incluye China y los países al sur de la misma, las islas japonesas y una enorme, aunque fluctuante, parte de Manchuria, Mongolia y el Tíbet.

Oceanía, vive sin libertad de expresión, libertad de prensa, derecho de reunión y derecho de opinión. Vive constantemente en guerra con Eurasia o Esteasia.  Winston Smith vive en lo denominado como Franja Aérea Uno: que agrupa a Inglaterra y las Islas Británicas. George Orwell relata que son cuatro los ministerios que rigen a Oceanía: El Ministerio de la Verdad, que se ocupa de las noticias, los espectáculos, la educación y las bellas artes (miente y cambia el pasado y presente a su antojo). El Ministerio de la Paz, encargado de los asuntos relativos a la guerra (promueve la guerra y su industria). El Ministerio de Amor, se ocupa de mantener la ley y el orden. (castigar, tortura y asesinar a sus habitantes que tienen un crimen mental, incluso alguna actitud y rostro que salga de la norma que puede amenazar el poder y la autoridad del Partido). El Ministerio de la Abundancia, que es el responsable de los asuntos económicos (favorece el hambre y la pobreza de casi toda su población). Sus nombres en neolengua, la lengua que promueve el Partido son: Miniver, Minipax, Miniamor, Minindancia.

Winston Smith realiza labores en el Departamento de Archivos, parte del Ministerio de la Verdad que controla la realidad en Oceanía. Si el Partido pudiera echar mano al pasado y decir de este o aquel acontecimiento nunca ocurrió, lo hace para controlar el presente y futuro. Es la consigna del Partido de quien controla el presente controla el pasado. Y aun así el pasado, a pesar de ser alterable por naturaleza, nunca había sido alterado para los habitantes de Oceanía. Lo que era cierto hoy lo había sido siempre y lo sería hasta el fin de la eternidad. Lo único que se necesitaba era una interminable serie de victorias sobre la propia memoria de los habitantes de aquel bloque totalitarista.

En esta novela conocemos entidades gubernamentales totalitaristas como la “La Policía del Pensamiento” que busca y castiga en “crimen mental”, o sea pensamientos contra lo considerado correcto por el “Partido”. Está el concepto más conocido aún, gracias a los programas de televisión de tele realidad, el concepto de “El Gran Hermano”. En “1984”, “El Gran Hermano” es el rostro del “Partido” y es quien todo lo ve y todo lo sabe de sus partidarios. Vemos al inicio de la novela la instancia del día denominada “Los dos minutos de Odio”, donde lo horrible no era la participación obligatoria, sino que era imposible no participar. Los miembros del Partido viven en aquellos minutos frente a la telepantalla sentimientos de temor, afán de venganza, deseos de asesinar, torturar y aplastar caras con un mazo a sus enemigos, en aquel instante Eurasia.  Así para controlar y dirigir las acciones y labores de sus partidarios encauzando estas acciones en pos del propio Partido y sus afanes de controlar sus mentes y acciones. 

Winston Smith se pregunta vive un despertar, un despertar de ver la vida de otra forma y perspectiva basándose en sus funciones en el Departamento de Archivos del Ministerio de la Verdad y se pregunta si acaso era él el único que seguía teniendo memoria.  Un ejemplo claro, es un caso casi doméstico como  el tema de la ración en gramos de chocolate. Un día antes, el mismo Winston recordó, habían anunciado que la ración se reduciría a veinte gramos por semana. No entendía cómo se habían tragado sus compañeros del Partido al cabo de sólo veinticuatro horas cuando se  informaba por medio de la telepantalla que la ración de chocolate se aumentaba a veinte gramos por semana.  

Sabe Winston Smith de la existencia de “La Hermandad”, liderada por Emmanuel Goldstein. Quien es  considerado por Oceanía como “Enemigo de Pueblo”. Goldstein fue  figura señera del Partido, casi a la altura del Gran Hermano y que luego se había dedicado a las actividades contrarrevolucionaria y fue condenado a muerte y se las arregló para escapar y desaparecer misteriosamente.  Era el traidor por excelencia, el primero en mancillar la pureza del Partido. Todos los crímenes subsiguientes contra el Partido, todas las traiciones, los actos de sabotaje, las herejías y las desviaciones emanaba directamente de sus enseñanzas. Seguía vivo y conspirando desde algún sitio. Una especie de mito y leyenda.

“1984” habla de la neolengua y su objetivo es conseguir que el crimen mental sea literalmente imposible, porque no habrá palabras con que expresarlo. Todos los conceptos necesarios se expresaran exactamente con una palabra cuyo significado estará rígidamente definido y cuyos significados subsidiarios se habrán borrado y olvidado. Es la reducción del pensamiento para los miembros del Partido en el futuro próximo en esta novela.

Nos enteramos que Winston Smith estuvo casado con Katherine y separado de ella ya más de una década. Katherine, mujer rubia, alta, espigada. No muy cariñosa y en la intimidad renuente y fría. Decidieron tener relaciones sexuales únicamente porque ella quería engendrar un niño para fines del Partido. Al final nunca lo tuvieron y él decidió separarse de ella.

Para la gente del Partido tener una mujer era inconcebible. Se promovía la castidad con “La Liga Antisexo”, donde sus correligionarios eran jóvenes mujeres. No podían existir signos de atracción física entre un hombre y una mujer del Partido, lo negaba violentamente. Parejas entre gente del Partido era estrictamente para engendrar niños en pro del Partido. Para saciar esos instintos sexuales los hombres iban y se metían con mujeres de la prole que son prostitutas, aunque estaba prohibido por el mismo Partido. Eran al menos cinco años en un campo de concentración con trabajo forzados o de reeducación, como ellos lo decían. Había una conexión íntima y directa entre la castidad y la ortodoxia política. ¿Cómo iban a mantener vivos el miedo, el odio y la demencia credulidad que el Partido exigía a sus miembros si no era reprimiendo el poderoso instinto y utilizándolo como fuerza impulsora? El deseo sexual era peligroso para el Partido, así que lo había utilizado en su propio beneficio.

Winston solía caminar por las calles de Londres donde vivía la prole, que eran los restantes habitantes fuera del Partido y que vivían en una precariedad y pobreza extrema. La curiosidad inicial de Winston Smith era saber cómo era la vida cincuenta años atrás. Si de verdad la vida antes de la Revolución era mejor que ahora. Ya que no existían libros o datos que hablaran de aquella época en que los capitalistas vivían y tienen, según el Partido, a la gente en la pobreza máxima y viviendo una vida donde comían las migajas de aquellos señores de frac y sombrero de copa negra. Hasta que llega a la tienda donde había comprado una figura de vidrio y el dueño de la tienda lo invita a ir a una habitación en la planta superior. Era un dormitorio, que había sido utilizado por el propio dueño y que mantenía la esencia de cómo vivía la prole. Una cama, cuadros y una chimenea. Le llamó la atención a Winston y pensó que no sería mala idea rentar dicha habitación y pasar unos ratos en él al término de su trabajo cada día en el Ministerio de la Verdad.  

Julia es una joven mujer que trabaja en el Departamento de Ficción del mismo Ministerio de la Verdad y que un día le entrega escondida un pequeño papel doblado a Winston que dice las palabras “Te quiero”. Algo que siendo parte del Partido no se puede decir. Había  telepantallas por todos lados e incluso en los baños que lo vigilaban y los gestos de afecto y amor entre camaradas están totalmente prohibido con pena de castigo ejemplar. Winston no sabe realmente que hacer, no quiere abordarla porque los pondría en peligro. Es algo que lo mortifica por días y días, sólo su trabajo de alterar el pasado y falsificar documentación para dar la razón al Partido lo mantenía ocupado y hacía los días llevaderos, pero la idea de responder ese simple mensaje de amor lo tenía muy preocupado. Hasta que se acerca a Julia en la hora del almuerzo, se sienta junto a ella y conversan de forma disimulada.  Le da las indicaciones de ir en la tarde a la Plaza de la Victoria. En dicho lugar, abarrotado de gente le Julia a Winston las múltiples indicaciones para ir a las afueras de la estación del tren de Paddington.

Winston Smith sin tener miedo a ser denunciado y atrapado, decide en aquella habitación rentada vivir una vida fuera del Partido con su amada Julia. Una cama, decoración, muebles y fuego para té o café de verdad con azúcar, no sacarina que es conseguido desde el Partido Interior por la misma Julia. Ella incluso decide buscarse un vestido de verdad, maquillarse y ponerse zapatos de tacón alto. Ser una verdadera mujer para su amado Winston Smith. 

O’Brien es un miembro del Partido Interior con el cual Winston Smith  se topa de vez en cuando en el Ministerio de la Verdad, y que según su parecer era un contrario al igual que él al Partido. Era uno de los suyos, ya que cada vez que lo veía observaba esa mirada que le decía “Soy uno de los tuyos”. Hasta que al final O’Brien lo encuentra en uno de los pasillos del Ministerio de la Verdad y le da su opinión del trabajo de Winston y de su forma de usar la neohabla y le indica que podría usar la versión del diccionario actualizada y que él feliz le daría un ejemplar si lo visitaba en su casa. Era un comienzo.  Peligrosamente Winston y la propia Julia van al encuentro de O’Brien en su casa. Apaga la telepantalla, para sorpresa de ellos, y revela que es parte de la Hermandad y que toda la conspiración contra el Partido, Emmanuel Goldstein es verdad. Él vive, pero sin saber más información. Winston y Julia se unen a este grupo a sabiendas que es el camino directo a ser atrapados, tortura y la muerte. Poco les importa y aceptan las condiciones. 

Tienen acceso al libro que les habla de las verdades de esta forma de gobernar totalitarista que tiene el Partido. Los tres estados, Oceanía, Eurasia y Esteasia viven en una falsa guerra. Sólo escaramuzas en algunas partes de sus fronteras y que la guerra constante a la larga no era guerra. La guerra era interna para tener en un absoluto control a sus ciudadanos. Todo por medio de la telepantalla y de forma arbitraria tener en absoluto control de acción e información a los habitantes de Oceanía, Eurasia y Estasia. Un negocio redondo entre estas tres únicas potencias en el mundo. Para el negocio de la guerra y la ciencia, la cual en si no existe, únicamente está para mejorar la tecnología para el campo bélico. Nada para mejorar las condiciones de sus habitantes en su día a día.

No hay, en un sentido material, nada por lo que combatir. Con el establecimiento de las economías autárquicas, en las que la producción y el consumo se engranan el uno en el otro, la lucha por hacerse con los mercados que causó las guerras anteriores ha llegado a su fin, y la competencia por las materias primas ha dejado de ser una cuestión de vida o muerte. Es inevitable que un miembro del Partido Interior sepa que esta o aquella noticia sobre la guerra es falsa, y es frecuente que lleguen a ser conscientes de que la guerra entera es una falsedad, o que o no está sucediendo o se libra con fines muy distintos  a los declarados, pero ese conocimiento se neutraliza fácilmente por la técnica del doblepiensa. 

Es necesario para su estructura que no haya ningún contacto con extranjeros, excepto, hasta cierto punto con los prisioneros de guerra y los esclavos de color. Que cada estado vive una doctrina similar. Oceanía vive regido por el Socing, Eurasia por el neobolcheviquismo, Esteasia por lo denominado como  adoración a la muerte, aniquilación del ser - tienen por objetivo  declarado perpetuar la desigualdad y la falta de libertad. Esta forma de pensar consagra con su vida la conquista del mundo, pero también sabe que es necesario que la guerra continúe eternamente y sin lograr ninguna victoria. Cuando la guerra se vuelve literalmente continua, también deja de ser peligrosa. Cuando la guerra es constante, deja de haber necesidades militares.  La guerra la lleva a cabo cada grupo gobernante contra sus propios gobernados, y el objetivo de la guerra  no es hacer o impedir conquistas territoriales, sino conservar intacta  la estructura de la sociedad.

El pasado es cualquier cosa que quiera el Partido. Por un motivo preventivo, los miembros del Partido y los proletarios, toleran las condiciones presentes solo porque carecen de un patrón de comparación. Es necesario aislarlos del pasado, igual que de los países extranjeros. Es denominado “control de la realidad”.

Es uno de mis libros favoritos desde hacía mucho años y que tengo la oportunidad de releer y disfrutar nuevamente. Un libro que atemoriza, por ser profético. Incluso en estos tiempos  con gobiernos como el de China, Cuba, Corea del Norte y lo que se vive en Rusia. Es terminar el libro y cada vez decir lo mismo “Estamos viviendo esto”. Más allá diría por el control de la población con noticias e informaciones que la atemorizan y la hacen tomar decisiones y adherir  en pos de aquellos regímenes y diría de gobiernos conocidos incluso no totalitaristas. Con la televisión e internet es muy fácil y peligroso controlar a la población del mundo. Por lo mismo esta obra se hace importante, pero causa temor por lo que se vive hoy en día, pero a la vez nos dice que nosotros, tal como nos dice George Orwell, que viendo esta sociedad desde otra perspectiva y mirada podemos modificar su futuro en pos de la verdad y la libertad de pensamiento y de decisiones en todos sus aspectos. Imprescindible.   

Título: 1984
Autor: George Orwell
Originalmente publicado: 1949
Idioma: Español
Formato: e-book
ISBN: -
Páginas: 350 páginas
Calificación: Imprescindible