Debió de haber sido un golpe, en
especial para Guy Pratt, ver a Nick Mason no en vastos recintos y estadios en
su trono con los otros integrantes restantes de Pink Floyd; sino en su modesta
batería tal cual lo hacía a finales de la década de los sesenta y se presentaba
en el mítico Club UFO. Guy Pratt debió volver a tener 17 años y sentir la
emoción y curiosidad de esa primera vez que los vio en vivo. Nick Mason's
Saucerful Of Secrets trajó de vuelta al baterista de Pink Floyd a clubes y
teatros por primera vez desde 1967, a través del Reino Unido, Norteamérica y
Europa. Tocando solo música de su antigua banda que había grabado antes de “The
Dark Side Of The Moon”. Un sueño del guitarrista Lee Harris, que propuso a Nick
Mason y Guy Pratt este proyecto musical, con la idea de reinterpretar las
canciones de los primeros discos de Pink Floyd antes del batacazo musical
mundial de 1973.
SINOPSIS:
James Toskin, director de esta obra
fílmica, muestra con orgullo la etapa primigenia, el inicio de Pink Floyd. Un
merecido homenaje a Syd Barret y al resto de integrantes de esas primeras
formaciones. Donde la improvisación y psicodelia, con un trabajo visual en este
material, que nos introduce a ese mundo de clubes de Londres a finales de la
década de los sesenta, en especial al icónico Club UFO. Además, los efectos
visuales tan característicos de aquellos tiempos tan lisérgicos y llenos de
psicodelia. Una experiencia audiovisual muy interesante. La iluminación, sus
colores y las proyecciones.
El lugar elegido para grabar este
concierto es The Roundhouse, que es un lugar histórico, parte del rock de los
sesenta y lugar de muchas presentaciones de Pink Floyd en aquellos años
psicodélicos. Este material es algo primordial, ya que no existe material
audiovisual en demasía de los primeros años de Pink Floyd sobre escena y muchas
canciones que aparecen en este material ni siquiera fueron tocadas por la banda
en vivo en alguna parte de su historia. Además de la experiencia de Nick Mason
de minutos antes de tocar en The Roundhouse y posiblemente pensó “Hey!, he
estado aquí antes”.
Volviendo a los orígenes de esta
banda. La idea fue de un amigo de Guy Pratt, el guitarrista Lee Harris. Fue a
ver un par de espectáculos de David Gilmour en Francia, donde él vive y se
reunió con Guy Pratt y le sugirió que por qué no tocaban canciones de Pink
Floyd de otra era diferente y ahora con Nick Mason. La idea le fascinó a Guy
Pratt y se la presentó a Nick Mason que dijo literal “Si, es una buena idea”.
El trío reclutó al tecladista Dom
Beken - quien previamente había trabajado con Rick Wright - y el cantante y
guitarrista Gary Kemp. La banda estaba completa y antes que la banda se
reuniera a ensayar, los dos guitarristas estuvieron bastante tiempo ensayando
para determinar cómo y qué deberían interpretar. Una vez ellos ensayaron en
noviembre de 2017, fue en apariencia inmediatamente que los cinco músicos
simplemente se compenetraron. Un espectáculo real es otra cosa. Además, que
cuándo Nick Mason revisitó está música nace la pregunta de por qué se mantuvo
fuera de los escenarios por tanto tiempo. Él responde que es una falta de
confianza, quizás, también que no tenía la oportunidad necesaria para tocar en
vivo que lo motivara.
La sombra de Syd Barret está presente, ya que es el compositor de gran parte del set de canciones de esta obra. Nick Mason nota que ninguno de los otros miembros originales de Pink Floyd había estado tan cerca de que él ha estado con estos conciertos en vivo. Es una especie de homenaje. Su presencia es palpable a través de gran parte del espectáculo e incluso es presentada la canción inconclusa en su composición por Syd Barret como “Vegetable Man”, que nunca fue tocada por los propios Pink Floyd en vivo ni por sus integrantes en solitario anteriormente.
Ver y escuchar a cada integrante de
este proyecto su experiencia con Pink Floyd en la niñez y juventud y cómo los
llevó a transformarse en músicos. Uno de ellos dice “Es la primera vez que Nick
toca con nosotros, pero nosotros hemos tocado con él por años”. Esa frase lo
dice todo por la influencia del sonido de Pink Floyd en sus vidas. Además de
disfrutar la experiencia de Nick Mason con el propio Syd Barret el cual casi
compuso la totalidad del material del primer disco de los Floyd y marcó una
senda musical en ellos.
Cuando el deja vu golpea, la Nick
Mason’s Saucerful Of Secrets estaba abriendo su set con “Interstellar
Overdrive”, de la época loca de improvisación de Syd Barret, que fue la pieza
central de los setlist de Pink Floyd cuando tocaban en su hogar, el Club UFO,
en ese inmortal verano de su primera época psicodélica. Puedes escuchar una
banda tocando con alegría, pasión y con poder. La onda espacial de “Astronomy
Domine”, donde Syd Barret se hace presente en esta obra del primer disco de
Pink Floyd, Gary Kemp y Guy Pratt en voces y Nick Mason golpeando elegantemente,
pero con fuerza su batería. “Fearless”, proveniente del disco “Meddle” que en
parte le da la identidad final a los Floyd y terminando con el coro de la
hinchada de Liverpool de la canción “You’ll Never Walk Alone”. “Obscured By
Clouds” donde Dom Beken toca magistralmente los teclados con la clara identidad
de Rick Wright marcada a fuego. Pegada viene “When You‘re In”, viajando en los
teclados de Dom Beken y los golpes magistrales de Nick Mason. Luego tributando
al mismísimo Rick Wright con una de sus primeras composiciones “Remember A
Day”. Emocionante, melancólica y líricamente introspectiva. El ataque garaje de
“Arnold Layne” y “Vegetable Man”, esta última tocada por primera vez por algún
integrante de los Floyd. Como escribí anteriormente nunca fue tocada por Pink
Floyd en vivo.
Dentro de la canción “If”, una canción con una letra muy certera y musicalmente solo acompañada por la guitarra acústica de Gary Kemp y la slide guitar de Lee Harris. Incrustar dentro de esta canción la complejidad de la monumental canción instrumental de los Floyd como “Atom Heart Mother” y volver a con “If” para una finalización hermosa y a la vez muy sencilla. La banda suena como una agrupación que en el momento le emociona revivir la música que había raramente presentado Pink Floyd en sus espectáculos en vivo desde aquellos primeros tiempos. “Green Is The Colour”, una hermosa versión cantada por Gary Kemp mostrando simpleza, pero a la vez emotividad que te recuerda al Gilmour de los inicios en los Floyd. “Childhood's End” nuevamente con el tecladista Dom Beken y a Gary Kemp en la voz con una versión muy cercana a la original y que rara vez fue tocada por los ingleses en los setenta. Aquí me detengo, “Set The Controls For The Heart Of The Sun”, una canción que me fascina y una de las primeras composiciones de Roger Waters con los Floyd. Aquí una reminiscencia a lo que fue esta canción en los setenta en vivo. Nick Mason a otro nivel, leyenda y una versión visceral y muy espacial. Para cerrar una versión pletórica y hermosa de “A Saucerful Of Secrets”. Emociona a raudales, ver a Nick Mason casi en sus ochenta años de vuelta después de años de ostracismo para estar en este proyecto tan interesante como único.
IMPRESIONES/CONCLUSIÓN:
Es un agrado combinar las
condiciones técnicas de la actualidad que permiten ver y escuchar este material
en Hi-Res, algo impensado de disfrutar hace más de cincuenta años. Es sacar del
baúl de los recuerdos, refrescar y darles una nueva dimensión musical a estas
joyas del catálogo primario de Pink Floyd.
Canciones, las cuales son tocadas de manera magistral por Nick Mason. Con
guitarras muy onda a finales de los sesenta. Además, con una introducción inicial
con imágenes de las presentaciones tan formales de la BBC cada vez que Pink
Floyd se presentaban. Una exploración musical a los inicios de la principal y
más importante agrupación de rock progresivo de la historia, un deleite y un
placer escuchar aquellas notas.
Un material de lujo. Me impactó
mucho el trabajo sobre escena en lo relacionado a tecnología en iluminación y
proyecciones sobre un simple telón en la parte de atrás del escenario. Con un
setlist de canciones especial, ya que son canciones con casi nulos registros
oficiales registrados y es un agrado ver revivir y darle otra perspectiva. Ver
a Nick Mason luego de ese largo ostracismo musical de años y ver cómo se
compenetra con Guy Pratt y hacer cumplir el sueño de Lee Harris de tocar sólo
canciones de Pink Floyd antes de “The Dark Side Of The Moon”. Entre canción
dándonos a conocer los orígenes de este proyecto y cómo surgió y qué les parece
tocar estas canciones con Nick Mason. Además de la importancia de recordar a
Syd Barret en gran parte de la obra. Es impresionante, sólo trabajó en un disco
de los Floyd, pero influyó en su identidad, sonido, hasta los inspiró para
álbumes de estudio muchos años después. Un material que vale la pena ver y
disfrutar, una vuelta a la vida de todas estas canciones que dormían en el
catálogo de Pink Floyd. Imprescindible sin lugar a duda para los fanáticos de
los ingleses, los reyes del rock clásico progresivo.
FICHA TÉCNICA:



