lunes, 18 de julio de 2022

Libro: Lev Tolstói - La muerte de Iván Ilich

El egoísmo entre los colegas de Ivan Ilich al enterarse de su muerte. Estaban más preocupados de saber qué promoción tendrán en sus cargos judiciales en un futuro próximo. Más que una tristeza por su muerte, había alegría. Era él quien había muerto, no ellos. Todos querían sacar una tajada por la muerte de Ivan Ilich. Su esposa por empezar quería sacar dinero para una posible jubilación de viudez. Además como ocurrencias como una partida de rubber podría hacerse sin importar que un cercano había fallecido y agonizando de forma dolorosa por tres días.

Así, conocemos la vida de Ivan Ilich y desde un comienzo es una crítica a la sociedad rusa zarista y el tema jocoso de los cargos públicos para funciones gubernamentales. El padre de Ivan Ilich se aprovechó de esto e hizo una carrera gubernamental sin hacer mayores logros en sus funciones, sólo establecer y cobrar un generoso sueldo en rublos. Ivan ilich se crió y vió esto como normal y entró en su juventud en la Escuela de Jurisprudencia donde cursó sus años con honores de forma correcta. Así sale de forma honrosa de sus estudios y parte a las provincias de Rusia a trabajar en cargos gubernamentales sin mucha monta, pero sueldo oneroso. Tiene una vida privada poco purista y conoce mujeres en su juventud que sacian sus ganas de amor ligero.

Ivan Ilich fue promovido como Juez Instructor y tuvo que poder deseado desde sus estudios. Era contrario al gobierno de turno donde ejercía su labor de juez, y así se vinculó con un grupo de personas amables, según él, con dinero y poder.

Así conoce a su esposa, Praskovya Fëdorovna, y se casa con ella más por interés y para perdurar su estampa: serio, cordial, tranquilo y extremadamente educado. Vive un tiempo de matrimonio agradable y sin problemas económicos y lo disfruta hasta que su esposa queda embarazada. Su esposa se convirtió en el gran enemigo de Ivan Ilich ya que le pedía atención y cuidados. Él se mantenía alejado, relajado y decoroso. Para hacer lucha del comportamiento de su mujer se concentró en su trabajo, que absorbió toda su vida. Tuvo más ascensos en su trabajo y nuevas ciudades donde vivir. Tuvo más hijos y su esposa seguía igual de celosa e Ivan Ilich seguía con su vida relajada, rodeada de poder y gente agradable. Sin mayores preocupaciones y llena de placeres, como sus partidas de whist. Buscaba llenar los vacíos de su vida con cosas mundanas, llenas de interés al dinero, la atención de la gente que lo rodeaba y el poder como juez. Lo que le importaba a Ivan Ilich, esposa e hija era su vida social rodeada de gente de bien, con dinero y poderosa. Armaban grandes fiestas, incluso con bailes donde Ivan Ilich demostraba todo su don de compartir de forma formal, relajada y alegre con lo más granado de la sociedad de la ciudad donde trabajaba como juez.

Un golpe que tuvo en un costado de su abdomen, decorando y buscando su perfecta casa, le causaron con el tiempo molestias y malos humores y ratos que rompieron su vida serena, tranquila y con lujos con los cuales vivía Ivan Ilich. Tuvo confrontaciones con su esposa y al final decidió ir al médico. El especialista luego de vueltas y vueltas, exámenes dice que es un caso de intestino ciego o un riñón desprendido. Sigue con ese dolor abdominal que lo sigue por todas partes y afecta su salud, vida social y familiar. Es un dolor horroroso, que no lo deja dormir. Come poco y siente ese amargor en la boca que lo pone enojado y distante. Se va quedando solo, su esposa lo deja ya aburrida y sus hijos hacen su vida ya casi como adultos.

Llega un instante, un momento en que Ivan Ilich piensa en su enfermedad y en sus síntomas. Al final recuerda el golpe en el costado y lo refiere como la muerte. Sabe que morirá, le aterra. Es consciente de que se está muriendo y vive un estado de angustia permanente. Se refiere a la muerte como “ella” y la ve en todos lados, lo acompaña donde vaya.

Al tercer mes de la enfermedad en que todos los que lo rodeaban llegaron a la conclusión a lo siguiente: ¿tardará todavía mucho en dejar la vacante su plaza de juez, en liberar a los vivos de la molestia que causaba su presencia, en desembarazarse el mismo de sus sufrimientos? ¿Y si en realidad toda mi vida, mi vida consciente no ha sido como debería haber sido?

Pasaron las semanas. El dolor, la rabia dan paso a la pena.

“Nada es como debería ser. Todo aquello por lo que has vivido y sigues viviendo es una mentira y un engaño que te están ocultando la vida y la muerte”

Ambientada en la Rusia zarista, en tiempos de los inicios de la Revolución Industrial en Europa, pero que aún no ha llegado a una Rusia que basa su economía en la agricultura. Ivan Ilich es un hombre típico de clase media, que quiere una mejor vida y se sumerge en su trabajo para surgir.

En la juventud ve la muerte como algo lejano y extraño, pero con los años los ve presente en cada lugar y pensamiento. Se pregunta ¿Cuándo llegará? Además de ver la muerte vista por una sociedad fría e irrespetuosa, indiferente a este paso de la vida. Vemos como Iván Ilich enfrenta la muerte y además de su familia como lo ve, siente y presiente cada día para su padre y esposo.

Lo que llama la atención es que los primeros cuatro capítulos abarcan cuarenta años en la vida de Ivan Ilich. Los siguientes cuatro solo unos cuantos meses de su vida y el último un par de semanas. El autor nos da a conocer que cuando eres joven el tiempo es eterno y hermoso. Ves la muerte como algo que no se espera, piensa y no aplica. Cuando envejeces los días pasan más rápido y esa idea y concepto se hace más y más importante y llena tus días. En la parte final nos habla del significado de la vida y de cómo la vivimos. Una novela realista, que muestra cómo es realmente la muerte, ese paso en la vida que algunos consideran el fin y otros el paso a otra etapa del alma y de la conciencia. Muy recomendable.

Título: La muerte de Iván Ilich
Autor: Lev Tolstói
Originalmente publicado: 1886
Idioma: Español
Formato: e-book
ISBN: -
Páginas: 83 páginas
Calificación: Muy Recomendable