Libro de historia orientado para la gente común. Un puente entre los lectores y la historia más formal. Todos dicen que los hechos aparecidos en este libro ya estaban registrados en los libros de afamados historiadores chilenos, pero Jorge Baradit aterriza esta historia secreta para la gente de a pie. Libro hecho de cara al pueblo, no de cara a los académicos. Muchos especialistas en literatura e historia lo ven como un libro liviano, sin novedad, que en vez de historias cuenta rumores y que nada aporta en lo referente a la historia de Chile. Pero para mí es un excelente aporte, que lleva la historia a la calle de forma entretenida y bien escrita para la gente común y normal, como tú. Libro que habla sobre hechos y sucesos importantes para la historia de Chile, pero poco conocidos y registrados.
Como Arturo Prat, cercano a un lado más conservador del país; pero Prat fue un progresista. Enseñó en escuelas de obreros los fines de semana. Le permitió tiempo después de la muerte de su hija, poder recibir un mensaje de ella a través de la práctica del espiritismo. Cabe destacar que la práctica del espiritismo no era algo lejano en aquellos tiempos. La clase aristocrática la practicaba por estar de moda en Europa y cada vez más se formaban sociedades y grupos de espiritistas en todo el país a finales del siglo XIX. Fue algo que causó furia en la Iglesia católica, que apostó para acabar esta práctica expulsar y quitar los sacramentos a los que fueran sorprendidos practicando. Aun así, la gente de la época siguió practicándolo y asistiendo a la Iglesia de forma cercana. Dentro de las pertenencias de Arturo Prat encontradas ya muerto estaba libros de espiritismo, era un acérrimo participante de sesiones por influencia de un tío y Carmela Carvajal fue médium por años y se comunicó con seres del más allá. Esta misma práctica del espiritismo le permitió tres años después del Combate Naval de Iquique poder conectarse con su esposo, Arturo Prat y seguir en comunicación con él. Fue su gran amor, el que eligió para estar en su corazón. Conocemos el lado escondido, secreto del máximo héroe nacional en la historia de Chile. Fue espiritista, profesor de obreros y en aquellos años abogaba por el voto universal. Un héroe, un tipo decente, correcto y valiente hombre que sabía que la muerte no era el fin, sino el paso a otro mundo.
Otra parte de este libro que llamó mi atención es El Cristo de Mayo y el terremoto de 1647 que originó la conocida falla de San Ramón que cruza la Región Metropolitana. En aquellos tiempos en los cuales las comunicaciones eran arcaicas y las ciudades eran verdaderas islas en la geografía sudamericana, donde ir de un poblado a otro tardaba días, semanas e incluso meses a caballo. Bajo esta precariedad ocurrió uno de los terremotos más destructores de la historia de Santiago del Nuevo Extremo. Fue a las 10:30 de la noche del 13 de mayo de 1647, en el cual el cataclismo 8.5 Richter destruyó en casi su totalidad a la ciudad de no más de cuatro mil habitantes. Murió un cuarto de su población por el terremoto. Para luego dar paso al frío, el hambre y las pestes, como el tifus, que casi acabaron con la ciudad de Santiago. Incluso fue tanta la destrucción y muerte en que se pensó llevar la capital a Concepción e incluso llevarla a Quillota. El virreinato de Perú decidió ir en ayuda y así reconstruir la ciudad, algo que tardó décadas. Lo especial es que una de las pocas imágenes religiosas que se salvaron en aquella hecatombe fue el Cristo de la Agonía, conocido como el Cristo de Mayo, una de las pocas figuras religiosas sobrevivientes en el destruido Santiago, sólo con un detalle, la corona de espinas que estaba en su cuello. Sucesos especiales ocurrían cada vez que se intentaba colocar la corona de espinas en su posición original. Además, ese mismo día entre ruinas y muerte los pocos habitantes en condiciones hicieron una procesión para pedir al cielo ayuda y que no llegara ese fin de mundo del que se pensaba iba a llegar. Así, cada 13 de mayo se realiza la procesión del Cristo de Mayo. Sólo en dos ocasiones no se ha realizado (1960 y 2009) con los consecuentes terremotos de Valdivia (1960) y Concepción (2010).
La historia de la estrella sobre el azul de la bandera chilena. Esta estrella que es la estrella de la mañana, o lucero del alba, que se suspende en el horizonte, en el lugar donde hará su aparición el sol, una última y muy luminosa estrella que parece anunciar la llegada del día, el lucero. En el primer escudo nacional - con una pareja de araucanos y un pilar sosteniendo el mundo - hay una estrella solitaria bajo cuya figura aparece el lema en latín “Post Tenebras Lux” - “Después de las tinieblas viene la luz”. Esa estrella es el lucero, Venus en realidad. Símbolo al igual mapuche, que lo representan en una estrella de ocho puntas, el Wuñelfe Kushe - el lucero del alba. Como parte de la historia, el 30 de marzo de 1980, un comando del MIR entró al Museo de Historia Natural y robó la bandera sobre la cual se firmó la Independencia. Pasados los años un 19 de diciembre de 2003 fue devuelta aquella bandera y fue restaurada para su exhibición y se descubrió que al ser confeccionada los padres de la patria habían bordado una estrella de ocho puntas dentro de la estrella de cinco.
La vida de Jaime Galté, el más maravilloso médium que ha tenido el país. Hombre que presintió con sus poderes desastres naturales y por medio de otras entidades que conectaban con él en medio de trances ejercicio la medicina y hasta participó en actividades de la masonería e incluso escribió libros bajo estos trances. Hombre discreto, austero, con contactos en la política ya que ayudó a personalidades y familias de gran poder económico, pero nunca cobró un peso por sus ayudas parasicológicas. Sus trances y poderes premonitorios afectaron a su cuerpo, una especie de que cada vez que usaba estos poderes quitaba días a su vida. Muchos lo consideran el Lovecraft chilensis, por su contextura física y además su personalidad retraída, mesurada y fantasmal.
El intento de asesinato de Silva Renard por venganza por liderar las acciones en la Matanza de la Escuela de Santa María, matando el Ejército chileno a 2.200 obreros del salitres, mujeres y niños. Salitreros que pedían un trato justo de sus patrones, medidas de seguridad correctas y la posibilidad de educar a sus hijos. Baradit hace un recuento de los sucesos históricos que marcan que el Ejército de Chile ha matado a más connacionales que extranjeros en el único conflicto bélico involucrado que fue la Guerra del Pacifico.
La loca historia de Orélie Antoine de Tounens - autodenominado Antoine I, rey de la Araucanía y Patagonia, príncipe de Aucas, duque de Kialeov y Conde de Alsena. Un loco abogado francés que viajó a Chile y se internó en el territorio araucano, que aún no era dominado por las autoridades chilenas a pocas décadas de la independencia del país, y fundó su reino que fue aceptado por los caciques araucanos. Duró poco al mando, ya que las autoridades chilenas lo sacaron y enviaron a un manicomio. En reiteradas ocasiones intentó volver, pero falló en su cometido. Aún sigue este reinado absurdo, incluso venden merchandising en la actualidad de este reino al sur del mundo autoproclamado inteligentemente o locamente por este ciudadano francés.
El intento de asesinato por parte del MIR de Indrid Olderock por el comando Lumi Video. Ingrid Olderock fue un brazo operativo de la DINA subalterna de Mamo Contreras, que fue una terrible torturadora en plena dictadura de Augusto Pinochet. En esta historia, Baradit no da a conocer lo métodos de la tortura en dictadura y la terrible metodología de trabajo para causar sufrimiento físico y psicológico a los detenidos y sus familiares. Por medio de la vida que atento a la vida de chilenos de Olderock, nos muestra lo terrible de los métodos para sacar información o simplemente causar sufrimiento sólo por causar por pensar distinto en aquel periodo oscuro de la historia de Chile.