domingo, 7 de enero de 2024

Libro: Nick Hornby - En Picado


El suicidio es el acto más drástico que un ser humano puede cometer al no poder encontrar salida a la vida y sus problemáticas. En los testimonios de suicidas fallidos se cuenta que los segundos posteriores al acto, el suicida logra sacar esa nube negra y densa y notar que sus problemas si tienen una solución. Sólo que es demasiado tarde. Es el fin.

Nick Hornby toma a cuatro tentativos suicidas, cada uno con sus problemas al parecer sin salida y los lleva a un viaje lleno de humor negro, riéndose de sus situaciones, para encontrar la salvación. La noche en la espera de Año Nuevo en el edificio Toppers' House, lugar habitual para los suicidas londinenses, ubica a estos cuatro personajes a punto de cumplir su autoeliminación. Conozcámoslos.

Martín, rostro de televisión de un programa matutino, que ve caer su carrera y vida personal por tener relaciones sexuales con una quinceañera. Maureen, mujer que batalla día a día en su vida gris y solitaria con un hijo en estado vegetal. Jess, una adolescente con problemas claros con sus estados de ánimo y de no comprensión por quienes la rodean. Finalmente, JJ, un ex cantante de origen americano que pierde la chance de ser un rockstar y al igual pierde a su novia, todo el motivo para estar en Inglaterra y trabaja repartiendo pizza.

Nick Hornby desarrolla esta escena de los ojos de estos cuatro intento de suicidas. Cada uno de ellos aporta a través de su punto de vista como van las cosas para ellos cuatro. Además conocemos la vida de cada uno de ellos y lo que los llevó intentar atentar con sus propias vidas lanzándose de uno de los edificios más conocidos de Londres.

Esta Maureen, quien se dio cuenta hablando con el resto, apenas había hablado en veinte años. Además de que la persona a la que le hablaba todos los días siempre no podía contestarme. Lloraba porque lo único capaz de hacer que quisiera seguir viviendo, sería que muriera su hijo Matty. El saber por qué estaba llorando la hizo llorar aún más. Es una mujer que se merecía algo más de lo que tenía. Era muy cercana a la iglesia y con un gran don del deber para cuidar a su hijo. Pensaba a veces porque no internaba a su hijo en una residencia, pero si lo hacía se sentía como una mala madre. Tenía mucha más agallas que el resto. Había seguido este mundo para averiguar cómo era vivir una vida que ella no había planeado para sí misma. Ellos no tenían idea de cuáles serían esos planes, pero estoy seguro de que los tenían, lo mismo que todo el mundo, y cuando vino Matty ella esperó veinte años para ver que se le ofrecía a cambio, y vio que no se le ofrecía nada de nada. Durante mucho tiempo se sintió agradecida, porque estaba segura de que iba a ser capaz de redimirse aquí en la Tierra, con lo que para ella no existiría el Juicio Final. Pero ahora ya no está tan segura. Si el precio que había que pagar por un pecado es tan alto que acabas queriendo matarte - cometiendo así un pecado aún más grave - entonces, alguien ha hecho mal las cuentas. Alguien está cobrando más de la cuenta. Cuando tuvo a Matty, todo se paró, nada siguió avanzando nunca más. Es eso lo que te hace sentir muerto por dentro, y lo que acaba de hacerte desear morir también por fuera. La gente tiene hijos por todo tipo de razones, pero una de esas razones seguro es que los hijos que van creciendo te hacen sentir que la vida tiene un sentido de impulso hacia adelante, como si los hijos te hicieran emprender un viaje, pero con Matty es estar atascados en la parada del autobús. No había aprendido a nadar, ni a hablar, y no digamos a leer o escribir: Él seguía igual día tras día, y la vida seguía igual día tras día y ella seguía igual día tras día. Aunque Matty no tenía una vida normal, como un adolescente de su edad, su madre se dedicaba en pensar y actuar como si él fuera un joven más. Tenía su habitación llena de afiches, fotografías, cómics y más, pensando que Matty era un niño lleno de pasatiempos. De cierta forma le servía a Maureen para soñar, pensar que su hijo era un joven normal, lleno de entretenimientos y hobbies.

El caso del otro suicida es Martin, quien tuvo sexo con una menor de edad, que le dijo que tenía dieciocho años pero en realidad era una chica de quince años. Le causó graves problemas con la justicia y su familia. La humillación frente a la audiencia y dejar de trabajar como presentador en su programa matutino, por su error. Este error, según Martin, podría haber causado algunos problemas a otros hombres. A lo más, divorciarse y quedarse sin trabajo. Pero para Martin fue una gran humillación. Se había quedado sin capacidad de movimiento. No ve salida por ninguna parte. Había cavado su propia tumba. Luego del intento de suicidio, nada parecía haber cambiado en algún sentido para el. Seguía arruinada su carrera, seguía separado de sus hijas. Trabajaba en un canal de TV cable inglés, que le daba a Martín mala espina, pensado que quizás era para lavar dinero del tráfico de droga u otro delito. Tenía un programa de poca monta, donde invitaba gente no tan famosa y amigos de él que estaban en mala racha y les daba un empujoncito para salir de ese mal momento. Estaba divorciado y tenía dos hijas, las cuales desde el problema con la chica de quince años, no las veía ni compartía con ellas.

El tercero suicida, Jess, una chica de dieciocho años que quería acabar su vida porque rompieron su corazón. Un chico llamado Chas, que supuestamente estaba en una fiesta y ella no lo encontró y sólo quería acabar con su vida. Infeliz y chiflada. Pensaba que no tenía nada más en común con el resto del grupo aparte del sitio adonde había llegado a parar, aquel cuadrado de cemento situado en lo alto de un edificio, y eso es quizá lo más grande que uno puede tener en común con cualquiera. Tenía una hermana, llamada Jen, que estaba desaparecida hace años y no se tenía idea del motivo ni menos su paradero. Era un peso con el cual Jess tenía que vivir, con unos padres algo ausentes ya que su papá era Secretario de Educación de Inglaterra. Jess tenía una vida con los gastos pagados, pero deambulaba entre malas amistades que la llevaba por el mal camino de drogas y alcohol. Cuando intento pensar en una vida en la que no esté teniendo náuseas frente a la puerta de un club de mala muerte, no lo consiguió. No logra visualizar nada. Esta es ella, esa es su voz, ese es su cuerpo, esa es su vida. Jess Crichton.

JJ, se llamaba John Julius, pero no le gustaba su nombre, por esa razón sólo usaba JJ. Además tenía más onda. Inventa una enfermedad cerebral, CCR, para salir del paso y justificar de manera decente su intento de suicidio. La verdad que su depresión nacía de que tenía una banda de rock y que tocaban regularmente. Para él esta banda era algo que le hacía sentir que hacía algo significativo, que entregaba un mensaje con valor a su fanaticada. De la noche a la mañana esta especie de sueño se acabó y pasaba de trabajo en trabajo sin significancia para él y mal pagados. Esa banda de rock era todo para él, componer, grabar y salir de gira era lo máximo y se sentía en un hábitat, feliz. Por ese motivo le afectó su salida y que además por este motivo su novia lo dejara. En un país diferente y solo, pensó que ya no era necesario existir. Le daba la impresión de que, sin su vieja vida, no tenía vida en lo absoluto. Lo que había levantado su moral había acabado por hundir totalmente en la más jodida de las desesperaciones.

Concuerdan, para obtener dinero de este momento suicida, deben inventar que un ángel fue el que evitó que ellos se lanzarán. Se ponen de acuerdo en la historia y descripciones de aquel suceso espiritual, pero no sirvió de nada. Vendieron la historia a un periódico amarillista, típico inglés, con un reportaje y fotografías de ellos que les dio fama y un revival para Martin, ya que los llamaron para ir a la televisión a contar esta historia, pero en pleno programa se pudrió todo por culpa de ellos y al final la historia fue un fiasco, descartada por la prensa y el público e incluso Martin perdió su trabajo en su programa de TV. Hasta entonces había sido la historia de cuatro personas que se habían conocido porque eran infelices.

Con el dinero pagado del periódico y la televisión, decidieron tener unas vacaciones en Mallorca, más que ayudar a Maureen que no recordaba cuándo había tenido vacaciones por última vez. Con este gesto altruista del resto, donde mostraron su empatía y fraternidad llegaron a la conclusión con los días en España que entre ellos no tenían nada en común y seguían metiendo la pata en sus vidas. Al regreso quedaron en reunirse el día de San Valentín. Llegaron puntualmente a la azotea del mismo edificio en que no se lanzaron y se fijaron en un tipo que se suicidara y su gemido final y el golpe contra el pavimento pisos más abajo en calle los dejarían en shock por mucho tiempo. Es un antes y un después.

En lo personal, es una novela que me agrada, por su historia, que es un tema tabú en nuestra sociedad y poco entendida por el resto. El humor negro, de los personajes y sus vivencias y situaciones sirve de un bálsamo para entender como fueron capaces de llegar a punto de lograr ese acto suicida. Como entre ellos, para ayudarse y salir adelante hacen cosas a las cuales no se habían atrevido. Como se permiten que entren en sus vidas y realicen actos para mejorarla y salir de esa situación depresiva.

De Nick Hornby tengo excelentes referencias al haber leído sus obras “Fiebre en las Gradas” y Alta Fidelidad. A sus trabajos les entrega espontaneidad y un especial humor que te hacen volar en la lectura de sus libros. Muchas de sus obras han sido llevadas al cine, donde él mismo ha trabajado en el guion. Incluso esta obra tiene su adaptación cinematográfica. En lo referente a este libro, por su temática, historias irreverentes y llenas de excesos y locuras. Además de esos actos de humanidad y compañerismo entre ellos. Es un libro esperanzador y lleno de humor negro. Recomendable.

Título: En Picado
Autor: Nick Hornby
Originalmente publicado: 2005
Idioma: Español
Formato: e-book
ISBN: -
Páginas: 221 páginas
Calificación: Recomendable